domingo, 21 de febrero de 2016

SE PILLA ANTES A UN MENTIROSO QUE A UN COJO




   Antes de nada quiero advertir que las opiniones que vierto en este artículo no tienen el ánimo de ofender a ninguna persona, religión o ideología y que unicamente vienen movidas por la aspiración de conocer la verdad en algunos temas que desde siempre han estado sujetos especulación, que solo me faltaba que alguien se querellara contra mi modesta persona por ejercitar mi derecho constitucional a la libertad de expresión, respaldado con datos históricos y pruebas indiciarias.

   Viendo un documental de La 2 ha salido lo que se supone que es un clavo de los empleados en la crucifixión de Jesucristo de los encontrados por Santa Elena en su búsqueda de reliquias.No es que tenga yo mucha experiencia respecto al hallazgo de objetos con valor histórico, pero lo que si poseo es la capacidad de razonamiento que me lleva a deducir lo que es imposible o, cuando menos, de dudosa certeza.

   Respecto al clavo, resulta que el mismo está perfecto, sin ningún signo de haber sido enderezado y además no es demasiado largo. Los clavos utilizados en las crucifixiones eran lo suficientemente largos para atravesar el madero, siendo doblada su punta para evitar que con el peso del cuerpo se salieran del madero, de lo que deduzco que esa reliquia es más falsa que una moneda de tres euros. Está claro que Elena de Costantinopla se marcó como objetivo la búsqueda de la cruz donde Jesucristo murió y no iba a parar hasta encontrarla, y para ello demolió el templo erigido a Venus en el monte Calvario, haciendo cavar hasta que encontran la cruz, que indudablemente tenía que aparecer. Se cuenta que durante la excavación se encontraron varios maderos pero para determinar cual era el verdadero se los hizo tocar a una persona muy enferma y la pieza de madera que lo curo fue proclamada como el verdadero madero de la crucifixion. Vamós, que me recuerda a las pruebas de la medieval “ordalía” o “juicio de Dios”, utilizada para demostrar la inocencia sanando milagrosamente de las quemaduras producidas al sumergir la mano en aceite hirviendo o sujetando un hierro candente, en el que quedaba demostrado el buen criterio de los juzgadores, ya que del resultado del juicio todos saldrían como culpables.

    Pero la supuesta falsedad por excelencia que siempre me han llamado la atención ha sido el descubrimiento de las pinturas rupestres de la cueva de Altamira, supuestamente descubiertas por la hija de Marcelino Sanz de Sautuola y de la Pedrueca, a la sazón tatarabuelo de la actual presidenta de un afamado banco. Pues bien, Marcelino era un aficionado a la arqueología que llegó a visitar la Esposición Universal de Paris de 1878, en la que pudo observar numerosos hallazgos prehistóricos. Lo increíble de la su historia es que precisamente al año siguiente su hija María, de ocho años, realizara una visita con el padre a la cueva de Altamira y descubriera el gigantesco espacio dedicado a las pinturas realizadas en el techo de una de las galerias, haciendo público el hallazgo en 1880.


Pinturas rupestres de La Calderita, en La Zarza, que se pueden visitar libremente.


   No soy un experto en pintura prehistórica, pero si que conozco algo de comportamiento humano, y lo que no me cuadra es que un aficionado a la arqueología que recorrió completamente la cueva en 1875 no se percatara de que a escasos 15 m de la entrada el techo de la misma estaba plagado de pinturas, en lo que constituye el mayor exponente de pintura prehistórica existente en el mundo, sino que ese descubrimiento lo realizara una niña de ocho años casualmente dos años después de que su padre visitara la Exposición Universal de París. Pero no solo soy yo quien duda de la realidad de ese descubrimiento 135 años después, sino que desde el primer momento autoridades en Prehistoria, encabezados por Gabriel de Mortillet y Émile Cartailhac rechazaron que las pinturas de Altamira fuesen obra del hombre prehistórico, llegando a acusar a Sautuola de haberlas pintado recientemente, ya que ni la técnica, ni el color tan nítido a pesar de los años, podían ser naturales. A esa tesis se unieron españoles como Eugenio Lemus y Olmo, Ignacio Bolívar, Manuel Antón y Ferrándiz, Eduardo Reyes y Próper o Ángel de los Ríos y Ríos. Bien es cierto que el Sr. Cartailhac años después rectificó y admitió la autenticidad de las pinturas, y esta rectificación ha sido el argumento principal de una reciente película para abogar por la autenticidad de las pinturas. He visto esa película y los argumentos que se exponen en ella no me han convencido, sino todo lo contrario. A modo de ejemplo citaré la escena en la que el paleontólogo francés Edouard Harlé visita la cueva y comprueba que la pintura estaba fresca (digo yo que en 15000 años habría tenido tiempo de secarse, pese a que en la cueva exista humedad). Indagando sobre el tema, he encontrado que se utilizó el método del carbono 14 para la datación de las pinturas, aprovechando que para el color negro de las pinturas polícromas emplearon carbon vegetal. Esa prueba solo demuestra que el carbón tiene esos miles de años, no que se empleara en aquellos tiempos para pintar, ya que sería posible que el eventual falsificador hubiera utilizado un trozo de carbón vegetal recogido de los restos de una hoguera en el suelo de la cueva, de los que encontró abundantes restos Harlé en su visita a la cueva. En el mismo sentido, este paleontólogo no apreció restos de humo en el techo, de lo que dedujo que si el humo se había borrado, también deberían haberlo hecho las pinturas.
 
Pese a todas estas reticencias, el reclamo de la cueva sigue funcionando con acceso restringido para evitar el deterioro de las pinturas (otro indicio más de su falta de antigüedad, porque si tuvieran 15000 años no se deteriorarían tanto por las visitas, ya que hay muchísimas pinturas rupestres en abrigos o incluso a la intemperie que se conservan perfectamente), accediendo un día a la semana cinco personas entre por sorteo entre los visitantes al museo de ese día (que por supuesto es de pago), lo que sin duda supone un fuerte aliciente para comprar la entrada. ¡Poderoso caballero es don dinero!





sábado, 19 de septiembre de 2015

¿QUIÉN PUEDE CONSIDERARSE REFUGIADO?


   En el mes de septiembre de 2015 se desató una fiebre informativa respecto a los refugiados, y he querido escribir este artículo para puntualizar algunas cuestiones que son tratadas en los medios de comunicación de forma sesgada.

   Hace unos días salió en televisión un ciudadano sirio que afirmó haber abandonado su país con toda su familia porque la guerra lo estaba destruyendo todo y era muy difícil la supervivencia allí. En esa entrevista no dijo nada de que su familia fuera objeto de persecución por la tropas gubernamentales o por los rebeldes, simplemente que la vida en Siria era muy difícil por la guerra y quería viajar hasta Alemania para asentarse y trabajar allí.

   Esa persona era calificada por el periodista que lo entrevistaba como un refugiado, término que no se ajusta a la legislación que lo regula, concretamente la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados, hecha en Ginebra el 28 de julio de 1951, y el texto del Protocolo sobre el Estatuto de los Refugiados, hecho en Nueva York el 31 de enero de 1967. España se adhirió a la Convención y el Protocolo el 22 de julio de 1978, después de ser aprobados su textos por las Cortes.

   El artículo 1 de la Convención contiene la definición del término "refugiado" que, una vez revisada su redacción por el Protocolo, se aplicará a toda persona “Que debido a fundados temores de ser perseguida por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a determinado grupo social u opiniones políticas, se encuentre fuera del país de su nacionalidad y no pueda o, a causa de dichos temores, no quiera acogerse a la protección de tal país; o que, careciendo de nacionalidad y hallándose fuera del país donde antes tuviera su residencia habitual, no pueda o, a causa de dichos temores, no quiera regresar a él.”

   Es decir, solo las personas que tengan temores por ser perseguidas por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un grupo social u opiniones políticas gozan de la protección del Estatuto de los Refugiados. Por el contrario, una persona que abandona un país únicamente por razones económicas no goza de tal protección, aunque dicho territorio se encuentre en guerra.

   Por otra parte, el artículo 2 de la Convención habla de las obligaciones generales, que no todo van a ser derechos, y dice que “Todo refugiado tiene, respecto del país donde se encuentra, deberes que, en especial, entrañan la obligación de acatar sus leyes y reglamentos, así como medidas adoptadas para el mantenimiento del orden público.”


   Resulta meridianamente claro que un refugiado no puede entrar de cualquier manera en un Estado, sino que deberá hacerlo en la forma que esté legalmente establecida. Menos aún, puede acceder violentamente, saltando las vallas fronterizas o enfrentándose con las  fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado en el que pretenden entrar. A este respecto, el Parlamento de Hungría ha aprobado recientemente un paquete de leyes que prevén penas de hasta tres años de cárcel por el cruce ilegal de sus fronteras, lo que podría subir hasta cinco años, si se realiza armado o dañando la valla de la frontera.

Edificio del Parlamento en Budapest, capital de Hungría.

   Incluso Alemania, el país que más abogó en su día por ser generosos con la acogida de refugiados, se ha planteado en los primeros días de enero de 2016 endurecer las leyes y expulsar a los demandantes de asilo que cometan delitos, todo ello debido al gran número de agresiones sexuales a mujeres en Colonia en Nochevieja, tras hacerse público que 22 de los 32 sospechosos eran solicitantes de asilo. La Canciller alemana ha dicho que “El derecho de residencia y de asilo puede perderse si alguien es condenado a prisión o libertad condicional. Aquellos delincuentes que de manera reiterada roben u ofendan a las mujeres deben experimentar la dureza de la ley”.




martes, 11 de agosto de 2015

¿QUIÉN DERROTÓ A HITLER?


La respuesta más habitual en los países de Europa Occidental sería que a la Alemania de Hitler la derrotó la coalición formada por la Unión Soviética, Reino Unido, Francia y Estados Unidos, como si la intervención de todos estos países hubiera sido similar, pero la realidad es otra, ya que en la práctica la casi totalidad del peso de la guerra recayó sobre el ejército soviético. Como mejor prueba de ello aportaré la cifra de víctimas mortales, tanto de soldados como de población civil. La URSS tuvo casi 9.000.000 de soldados muertos y sus víctimas civiles superaron los  17.000.000.  Mientras tanto, los soldados muertos de Estados Unidos y Gran Bretaña juntos no llegan a los 600.000 y las víctimas en la población civil de este segundo estado fue de unas 60.000 personas.

En cuanto a Francia, no la computo como potencia vencedora, ya que debemos recordar que se rindió al ejército alemán el día 22 de junio de 1940, y bien que se tuvo en cuenta esta rendición a la hora del reparto una vez finalizada la guerra, ya que en la conferencia de Potstdam se reunieron representantes de La URSS, Estados Unidos y Gran Bretaña, que decidieron el reparto de Alemania en varias zonas de ocupación militar, la parte oriental para de los soviéticos y la occidental en principio para americanos y británicos, aunque estos dos ejércitos decidieron ceder algo de su parte a los franceses.

Se suele hablar mucho de la importancia del desembarco de Normandía el día 6 de junio de 1944, considerándolo decisivo en el desenlace de la guerra, pero en realidad ese día únicamente desembarcaron 160.000 soldados, en contraste con los casi 1.150.000 soldados soviéticos que intervinieron en la contraofensiva en el área de Stalingrado.  Otra prueba de la enorme diferencia de la contribución de unos países sobre otros en la derrota de las tropas de Hitler es que del total de víctimas alemanas, estimado en unas 5.500.000 personas, más de 4.000.000 murieron en el frente oriental.

Un dato curioso que demuestra el peso de ejército soviético en la victoria final sobre los alemanes fue que Stalin hizo plantar en los jardines situados junto al edificio en el que se celebró la aludida conferencia de Potsdam una rosaleda en forma de estrella (las rosas por supuesto que eran rojas). A esta estrella se le llamó “El regalo de Stalin” y con ella el líder soviético quiso dejar claro que quien mandaba en aquella conferencia era él.

Monumento al soldado soviético en Viena.

Para finalizar, quiero destacar que aunque la Unión Soviética se disgregara el 25 de diciembre de 1991, no por ello se dejaron de recordar la gesta de la victoria en la Segunda Guerra Mundial  y de honrar a sus muertos. Un claro ejemplo de ello es el monumento al soldado soviético en Viena, la capital de Austria. En el contrato por el que las tropas de la URSS abandonaban Austria se especificaba que dicho país se comprometía a mantener este monumento en perfecto estado eternamente. Hace unos años a los austriacos se les ocurrió la brillante idea de aumentar la altura de los chorros de la fuente situada ante el monumento, a lo que el líder ruso Vladimir Puttin exigió que se rebajara la presión del agua, ya que tapaba al soldado soviético del monumento, lo que no tuvieron más remedio que acatar. Esto demuestra que en Rusia por encima de los cambios políticos está el respeto a la historia y a los millones de muertos que les ocasionó la Segunda Guerra Mundial. Si eso hubiera pasado con un monumento español lo más probable es que nadie se hubiera opuesto, hubiéramos pedido perdón oficialmente por ganar la guerra e incluso nuestro país, como gesto de buena voluntad, hubiera subvencionado el cambio de los motores de la fuente para que aumentara la presión del agua.


miércoles, 15 de abril de 2015

NUBES DE EVOLUCIÓN



Voy a intentar escribir un artículo sin hacer ninguna referencia a la pésima situación política que vivimos, que bien se podría calificar como nubes de tormenta; pero me voy a referir a las que los meteorólogos llaman nubes de evolución, ésas que tanto tememos los senderistas y montañeros, más incluso que a los políticos, porque una nube de evolución puede poner en serio peligro nuestra vida. Este es un caso en el que se puede aplicar la expresión, muy utilizada en el mundo rural, de “temer más que a un nublao”.

Pero, ¿cómo se forman las nubes de evolución y por qué son tan peligrosas? Cuando los rayos del sol inciden con la suficiente intensidad sobre la superficie terrestre, calientan el aire que asciende. Si estamos cerca de una montaña, ese aire suele contener una importante cantidad de vapor de agua, con lo cual, al ascender se encuentra una atmósfera más fría con lo que ese vapor se condensa rápidamente y cae en forma de lluvia.

Aunque este proceso puede desencadenarse en cualquier estación del año, este proceso es más raro en verano, porque el aire tiene poca humedad, y menos aún en invierno, ya que los rayos del sol no llegan a calentarlo suficientemente, por lo que estas nubes de evolución, llamadas cúmulos, son típicas de la primavera y el otoño, desarrollándose en el centro del día, cuando los rayos solares inciden más perpendicularmente sobre la superficie terrestre.

El principal problema que plantean estas nubes es su imprevisibilidad, ya que la mañana puede amanecer soleada, sin ningún rastro de nubes, siendo ideal para realizar una excursión, pero si ésta se desarrolla en medio de las montañas y es larga, lo más normal es que el mediodía nos pille cerca de las cimas, con lo que, de producirse el proceso convectivo que origina las nubes de evolución, nos podemos encontrar que en cuestión de unas decenas de minutos se origine una tormenta con precipitaciones importantes, incluso con aparato eléctrico, con lo que el peligro allá arriba es máximo. No sería la primera vez que un rayo alcanza a algún montañero con fatal desenlace.

Nubes de evolución sobre el pico de La Peñota, en la sierra de Guadarrama.

Por eso, los que tenemos esta gratificante afición de visitar las montañas, cuando lo hacemos en los periodos en los que más fácilmente se forman las temidas nubes de evolución solemos ver la previsión del tiempo en varios canales diferentes, para valorar la posibilidad de que se desarrollen estas nubes. Lo triste es que, pese a que exista el riesgo, muchas veces nos arriesgamos a realizar la excursión, movidos por el la tranquilidad y alegría que transmite una mañana soleada. En mi caso, afortunadamente, no he sufrido la presencia de rayos y truenos en la montaña, pero en varias ocasiones he terminado completamente empapado y una vez, en el corazón de la sierra de Gredos, con granizos golpeándome en el rostro, tan grandes que hacían un daño atroz, tardando casi dos horas en llegar al refugio que supuso el coche.





sábado, 21 de febrero de 2015

EL CONSEJO DE ESTADO



En tiempos de crisis nos debemos plantear sino sería conveniente revisar la normativa que regula el funcionamiento de algunos órganos, por si procediera dotarles de competencias más efectivas o suprimirlos para ahorrar dinero.

Uno de esos órganos es el Consejo de Estado, que viene regulado en el artículo 107 de la Constitución Española que dice que El Consejo de Estado es el supremo órgano consultivo del Gobierno. Una ley orgánica regulará su composición y competencia”.

La ley orgánica 3/1980, del Consejo de Estado, regula este órgano y en su artículo 2 dice que En el ejercicio de sus funciones, el Consejo de Estado velará por la observancia de la Constitución y del resto del ordenamiento jurídico. Valorará los aspectos de oportunidad y conveniencia cuando lo exijan la índole del asunto o lo solicite expresamente la autoridad consultante, así como la mayor eficacia de la Administración en el cumplimiento de sus fines.
La Constitución no se pronuncia sobre si los dictámenes del Consejo de Estado vinculan o no al Gobierno, pero la ley orgánica  contempla que Los dictámenes del Consejo no serán vinculantes, salvo que la ley disponga lo contrario.

Tras esta referencia normativa, paso a explicar los motivos que me han llevado a escribir este artículo y no es otra que hace unos días se hizo pública la noticia de que el Gobierno de España tenía previsto modificar la velocidad por la que se circulará por autopistas, autovías y carreteras secundarias, aumentándola a 130 km/h en algunos tramos de autopistas y autovías y disminuyéndola a 90 km/h en las carreteras convencionales. Ante esta previsión normativa, el Consejo de Estado se pronunció no respaldando el aumento de velocidad en el primer caso porque Puede producir una mayor accidentalidad y supone una disminución de la conciencia del riesgo por parte de los conductores. Por lo que se refiere a la disminución de velocidad del segundo caso considera que la medida Ralentizará necesariamente todos los desplazamientos en España.

Ante este informe, la Directora General de Tráfico salió en televisión diciendo que aplicarían la medida en contra del informe del Consejo de Estado, alegando que en las carreteras convencionales se producen la mayor parte de los accidentes en España.


 No voy a entrar a dar mi opinión personal sobre lo que me merecen las palabras de la Directora General de Tráfico, lo que si diré es que me merece mucho más crédito el dictamen del supremo órgano consultivo, cuyo presidente es elegido entre juristas de reconocido prestigio y experiencia en asuntos de Estado, siendo sus consejeros permanentes elegidos entre  exministros, presidentes o miembros de los Consejos Ejecutivos de las Comunidades Autónomas, consejeros de Estado, Letrado Mayor del Consejo de Estado, Académico de número de las Reales Academias integradas en el Instituto de España, Profesor numerario de disciplinas jurídicas, económicas o sociales en Facultad universitaria con quince años de ejercicio, Oficial general de los Cuerpos Jurídicos de las Fuerzas Armadas, funcionarios del Estado con quince años de servicios al menos en Cuerpos o Escalas para cuyo ingreso se exija título universitario.

No quiero pensar que los motivos de ese cambio en las velocidades máximas venga motivado por que casi todas las autopistas españolas están en quiebra y esta medida de aumentar la velocidad en su trazado y disminuirla en las carreteras convencionales podría aumentar el uso de las primeras, simplemente por intentar salvar las inversiones de las grandes empresas en esas autopistas, sin que les importe la consecuencia paralela de que se ralentice el tráfico en los desplazamientos de las personas que no puedan o no quiera pasar por caja para ejercer su derecho reconocido en el artículo 19 a Circular libremente por el territorio nacional.
  
Creo que la solución pasa por modificar la Ley Orgánica reguladora del Consejo de Estado para convertir en vinculantes sus dictámenes, ya que sus miembros gozan de una trayectoria profesional y un prestigio que deberían modular la acción del Gobierno, siempre en peligro de responder a razones de oportunidad, y en caso contrario, se podría reformar la Constitución por los procedimientos que la propia Norma Suprema contempla y suprimir el Consejo de Estado, ya que si sus dictámenes son susceptibles de no aplicarse nos podríamos ahorrar el alto coste del órgano en el que, a modo de ejemplo, cada uno de sus consejeros permanentes percibió en el año 2014 una retribución total anual de 99 675 €.  


domingo, 4 de enero de 2015

ACCIDENTES EN LA MONTAÑA



En los últimos días tres montañeros españoles han perdido la vida realizando la actividad que más les gustaba: el primero en los Andes por edema pulmonar, el segundo en Gredos al despeñarse y el tercero en los Picos de Europa por esta misma causa. Terra levis sit.

De pocos temas puedo hablar con más conocimiento de causa que de éste, ya que tuve la suerte de sobrevivir a un despeñamiento en los Picos de Europa, y digo suerte porque en esas situaciones no influye la experiencia, sino tan solo la fortuna o como alguien muy querido para mí me dijo mientras yacía esperando el rescate del helicóptero: algo te queda por hacer en esta vida y por ese motivo no has muerto hoy.

Neverón de Urriellu (2 300 m) en los Picos de Europa. El surco
que se aprecia sobre  la nieve lo trazó mi cuerpo en la caída.

La actividad montañera es peligrosa siempre, pero en invierno se convierte en muy peligrosa y si además se suma la presencia de hielo, viento o niebla el riesgo pasa a ser extremo. Eso todos los montañeros, profesionales o aficionados, lo sabemos, así como que la experiencia sirve de poco ante esas situaciones y que solo la suerte nos puede hacer sobrevivir al trance.

En uno de los accidentes mortales de Gredos del año pasado, un famoso montañero salió en televisión intentando explicar las causas, intentando evidenciar la imprudencia de las víctimas, olvidándose de decir que él mismo sufrió unos años antes la amputación de varios dedos por congelación en el Himalaya (supongo que también habría alguna imprudencia por su parte en ese episodio). Nunca me ha gustado ver a especialistas en ninguna materia dando lecciones, porque casi siempre ellos mismos debieran mirarse el ombligo antes de hablar.

Otra realidad que me sorprende es que todos los que hemos pasado por esas situaciones extremas no aprendimos la lección y más pronto que tarde reincidimos, aunque intentamos ser más precavidos, con lo relativo que puede ser llevar cuidado en una situación que se escapa por completo a nuestro control, pero las montañas tiran mucho. La única explicación lógica que se me ocurre es en base a la ley de la gravitación universal, ya que debido a la ingente masa de la montaña pueden llegar a ejercer una atracción gravitatoria sobre nosotros; aunque también hay una explicación pasional, mas creíble, ya que no podemos resistirnos a otra dosis de la droga que supone tocar el cielo desde la cima.

Para finalizar este artículo, no quiero olvidarme de dar las gracias a mis dos compañeros de excursión a los Picos de Europa, Bomberos de Asturias, GREIM de la Guardia Civil y personal del Hospital de Arriondas, así como a todas las personas que se preocuparon por mi estado de salud y se alegraron de que saliera vivo para poder contarlo. 

Alguno dirá que ya es tiempo de que supere ese episodio, pero ni puedo ni quiero hacerlo, ya que ha sido uno de los días más grandes de mi vida.



viernes, 19 de diciembre de 2014

EL SACACUARTOS DE LA LOTERÍA



Las reflexiones que vierto en este artículo seguramente no sean compartidas por la mayor parte de las personas que lo lean y no conseguiré disuadirlas de comprar lotería, pero me quedará la satisfacción de haberlo intentado.

Yo nunca compro lotería, ya que no soy partidario de regalarle mis dineros al Estado, que ya se lleva bastante en los impuestos y retenciones que no puedo evitar que me apliquen, como para encima entregarle voluntariamente otro pico nada despreciable. La lotería siempre ha sido un sacacuartos disimulado, pero en los últimos años han crecido el afán recaudatorio hasta límites insospechados.

Las posibilidades actuales de que toque el añorado “gordo” de Navidad son de una entre 100.000 (los números que se introducen en el bombo), lo que supone casi la mitad de lo que sucedía hasta 1962 en que había 55.000 números. Pero tampoco existen muchas posibilidades de que toque cualquier premio  menor, ya que no llegan a 2.000 los números premiados, con lo que la probabilidad de premio es de apenas un 5 % (sin contar el reintegro, que no debe considerarse premio porque se limitan a devolver lo jugado). El verdadero ganador del sorteo es el Estado, que de antemano se queda el 30 % de la recaudación y, por si no fuera poco, desde 2013 además se queda el 20 % de los premios que superen los 2.500 € con el llamado Impuesto de la Lotería.

Los datos anteriores son objetivos y no merecen crítica alguna, ya que cada uno se gasta sus dineros en lo que quiere, pero lo que si merece reproche, a mi parecer, es la forma en la que se publicita el sorteo de Navidad, a mi juicio rayana a la publicidad engañosa, considerada ilícita por la Ley 34/1988, General de Publicidad.

La publicidad engañosa es aquella que de cualquier forma puede inducir a error en sus destinatarios o afectar a su comportamiento económico, elementos que en mi modesta opinión se concentran en los anuncios televisivos del sorteo de Navidad, que apelan al calor del hogar, la amistad o el valor de compartir para inducir a la compra masiva de décimos, con el consiguiente gasto para el presupuesto familiar; pero esa inversión en la grandísima mayoría de los casos no obtendrá premio alguno (recordemos que solo el 5 % obtendrán un premio real, que por lo general no superará el quíntuplo de lo jugado).

Ya he explicado los motivos por los que no considero rentable la compra de lotería, pero en este tema hay una cuestión que llega a irritarme: el paroxismo por comprar en ciertas administraciones en el error de que así será más fácil que toque el premio. Yo he hablado con algunos amigos y familiares sobre esta cuestión y he sido incapaz de hacerles ver que cualquier número tiene las mismas posibilidades de resultar premiado, lo hayas comprado en Sort, en la Puerta del Sol de Madrid o en el barrio del Polígono de Toledo. Lo que sucede es que algunas administraciones venden muchísimos números distintos (creo que en algunos casos superan los 700), con lo que las posibilidades de que toque un premio en esa administración son setenta veces más altas que en otra que solo vende diez números, pero las posibilidades de que toque un número procedente de una administración “superpremiada”, haciendo cola durante horas o abonando un recargo para obtenerlo más cómodamente, son las mismas que en cualquier otra, porque tú juegas solo un número, no 700.

Otro asunto es del “repartidor de dinero”, ya que estamos acostumbrados a ver en los telediarios del día 22 de diciembre a personas sonrientes que con una copa de champán en la mano presumen de haber “repartido” un montón de euros, cuando en realidad lo que han hecho es lucrarse vendiendo una lotería con escasísimas probabilidades de resultar premiada y, para más inri, en algunos casos han realizado esa venta aplicando un recargo.


Y tocado el tema de los sobreprecios, éstos son en la mayor parte de los casos ilegales, ya que los décimos no se pueden vender con recargo en ningún caso y las participaciones que pretendan venderse con sobreprecio deberán ser autorizadas previamente por la Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas del Estado.

Por menos de lo que cuesta un décimo de lotería, se puede viajar
desde Toledo hasta Consuegra para disfrutar de esta estampa.

Si queréis un buen consejo, el dinero que habitualmente dedicáis a comprar lotería, en lo sucesivo invertirlo en realizar viajes y disfrutaréis de recorrer ciudades, paisajes y monumentos que os dejaran un buen recuerdo, en lugar del mal sabor de boca que causa el que no os haya tocado nada en la lotería y, para colmo de males,  algún conocido vuestro que no os cae del todo bien se haya llevado un “pellizco”.



domingo, 9 de noviembre de 2014

¿CUÁL ES EL LÍMITE KT?



Estoy seguro que casi ninguna de las personas que lea este artículo sabría de antemano responder a la pregunta del título. Yo hasta hace dos meses tampoco.

Lo que si sabemos casi todos es que hace 65 millones de años los dinosaurios desaparecieron por culpa de un meteorito que cayó sobre la Tierra, lo que ocasionó incendios por todo el planeta, elevándose a la atmósfera el polvo producido por el impacto y las cenizas ocasionadas por los incendios, ocultándo el sol durante varios años, interrumpiéndose la fotosíntesis de las plantas, lo que ocasionó primero la extinción de gran parte de ellas, seguida por la de los animales herbívoros y después los carnívoros, estimándose que se acabó con el 75% de la vida en la Tierra.

Pero, ¿cómo se llegó a la conclusión de que un meteorito fue el causante de esa desaparición en cadena de casi toda la vida sobre el planeta?. A finales de los años setenta, un geólogo estadounidense de origen español, llamado Walter Álvarez, y su padre, observaron que en los estratos arcillosos que marcaban el paso del Cretácico (último periodo del Mesozoico) al Paleógeno (primer periodo de la Era Terciaria) había una abundancia inusual de iridio. Este elemento químico es muy escaso en la Tierra, pero es abundante en los asteroides (con una concentración varios cientos de veces superior a la de la corteza terrestre), por lo que formularon la llamada Hipótesis de Álvarez, según la cual hace 65,5 millones de años un asteroide de 10 km de diámetro chocó contra la Tierra en la Península del Yucatán, generando un cráter de 170 km de diámetro y que es todavía detectable en imágenes de los satélites artificiales.

La capa arcillosa que marca el paso del Cretácico (que en alemán empieza por K), al Terciario, es la conocida como Límite KT y se puede ver en muy pocos puntos del planeta (los principales son solo 27), siendo más gruesa cuanto más nos acercamos al punto del impacto del meteorito. Esa capa arcillosa contiene los restos vaporizados del meteorito, además de microesferas de vidrio llamadas microtécticas, que se forman por el calor y presiones extremas que solo se producen por impactos de meteoritos y explosiones nucleares. En España tenemos la suerte de poseer cuatro de esos enclaves en los que la capa es visible, situados en los términos municipales de Agost (Alicante), Caravaca de la Cruz (Murcia), Sopelana (Vizcaya) y Zumaya (Guipúzcoa).

Límite KT en Agost, con el Maigmó al fondo.

Acompañado de Jesús, el día 7 de noviembre de 2014 fui hasta el término de Agost para ver in situ el afloramiento de la capa. El punto concreto está situado entre los kilómetros 8 y 9 de la carretera CV-827, a media altura en el talud formado al trazar una curva en la carretera.

La capa arcillosa en la que se enmarca el Límite KT es claramente visible, teniendo un grosor de unos tres centímetros y un color grisáceo que destaca sobre los estratos de roca que la delimitan.

Primer plano de la capa arcillosa que contiene el Límite KT.

Estando allí, contemplando la capa, pude imaginar el caos de fuego, polvo y cenizas, el pánico entre los gigantescos dinosaurios, los años de oscuridad y finalmente, el primer día en que el sol volvió a brillar sobre un terreno abrasado, cubierto por una capa de arcilla parduzca que cubría toda la superficie terrestre y sobre el que casi no había vida.

Y cuando nos hubimos recreado lo suficiente, nos encaminamos hacia el cercano Maigmó, montaña señera de la provincia de Alicante, a la que ascendimos, teniendo que afrontar una pendiente de infarto y una trepadilla algo aérea en el tramo final que nos puso los pelos de punta y supuso la guinda para que a la excursión no le faltara de nada.


sábado, 18 de octubre de 2014

EL VICIO DE PROHIBIR



El diccionario de la Real Academia de la Lengua define vicio en una de sus acepciones como falta de rectitud o defecto moral en las acciones y considero que gran parte de las prohibiciones establecidas en este mundo pueden tildarse como viciosas.

Sería interminable intentar citar aquí todas las prohibiciones establecidas por motivos espurios, por lo que voy a centrar mi artículo en lo que afecta a mis aficiones: las visitas culturales y el senderismo.

Hace unos años viajé a la Ciudad Eterna con la finalidad de visitar el anfiteatro Flavio, pero también aproveché el viaje para visitar la ciudad del Vaticano y dentro de ella la famosa Capilla Sixtina. Dentro de esta sala me llamó sobremanera la atención la escasez de luz y las continuas voces de los vigilantes diciendo “no foto” y “no video”. Pero ese vicio prohibitivo no es exclusivo del Vaticano, sino que se repite en muchos museos y monumentos.

No tengo conocimientos técnicos suficientes en la materia como para poder afirmar si el uso del flash puede dañar una pintura y más difícilmente a una escultura, pero de lo que estoy completamente seguro es que si no se usa tal elemento luminoso el realizar una foto es totalmente inocuo para las obras de arte. Entonces, ¿qué motiva ese empeño de prohibir la realización de fotos sin flash o grabar videos?. La respuesta es sencilla: intentan impedir la captura de material audiovisual para garantizarse la venta de los que ellos ofrecen en la tienda que a tal fin existe en casi todos los edificios que tienen esas prohibiciones. Pero también son conscientes de que no pueden impedir completamente a los turistas que saquen fotos, ya que si obligaran a dejar las cámaras en una consigna, aparte de gastos logísticos y eventuales reclamaciones por pérdidas, seguramente bajaran las visitas y con ello la recaudación, y por eso procuran, sobre todo en los lugares más significativos, atenuar la luz (a lo que antes me he referido), para que las fotos salgan movidas.


El afán recaudatorio no tiene límites, ya que no se conforman con cobrar precios astronómicos por las entradas, que en muchos casos superan los diez euros por cabeza (que induce a pensar que en la entrada va incluido que te lleves un cuadro a tu casa), sino que aún quieren sacarles más dinero ofreciendo libros y ilustrados y tarjetas postales con fotografías realizadas con una luz perfecta. Y digo yo: ¿esas fotos, realizadas con potentes flases, no dañan a las pinturas?.

En el senderismo el afán prohibitivo no responde a fines recaudatorios, al menos en principio, sino más bien a demostrar el poder de nuestros gobernantes, y de rebote puede ser que también les genere algún ingreso, como veremos más adelante.

Voy a citar un ejemplo claro de esas limitaciones que carecen de toda lógica: el Parque Natural de Peñalara. En ese espacio natural hay un amplio despliegue de carteles que prohíben el paso a ciertas zonas, con la excusa de no pisar especies vegetales protegidas, cuando en el mismo parque hay rumiantes domésticos pastando libremente, que no solo pisan, sino que también se comen, esos hierbajos protegidos. Esa limitación de acceso llega al absurdo de impedir acercarse a alguna de las lagunas glaciares (ni que fueran suyas), con lo sencillo que sería marcar un estrecho sendero hasta ellas. El resultado es que al no existir ese sendero, cada cual se acerca por donde puede, con lo que el supuesto daño a la vegetación debería ser mayor (lo pongo en condicional porque no tengo claro que ese daño exista). Claro que saltarse la prohibición pudiera tener consecuencias pecuniarias sobre el infractor, que puede ser multado si le pillan in fraganti los encargados de la vigilancia del parque.

Laguna Grande de Peñalara, a cuyas aguas está prohibido acercarse.

Otro caso curioso de prohibición es la entrada a la cueva de los Chorros, en la que nace el río Mundo. En este caso, alegando razones de seguridad, solo se permite el acceso a montañeros federados o a personas acompañadas de guías locales. Está claro que si la cueva es peligrosa estaría justificado prohibir la entrada a gente inexperta y que solo pudieran acceder expertos, pero la vía de escape de que cualquier neófito pueda acceder si ha contratado los servicios de un guía local me parece simplemente recaudatoria, porque si la excusa es que el guía puede orientar y vigilar a los integrantes del grupo que le han contratado, esa función también la podría realizar un montañero federado llevando gratuitamente acompañantes sin licencia federativa con los que tenga lazos de amistad.




viernes, 1 de agosto de 2014

ESTA VIDA SON CUATRO DÍAS



Hace poco, mientras realizaba una ruta por nuestra España, me vino a la mente la pregunta de por qué motivo había empezado con la dinámica de mi excursión semanal y si esa motivación original se mantenía ahora o había variado.

Recuerdo que el inicio de mis rutas coincidió con un momento en el que el ambiente laboral en el que me desenvolvía no era el ideal y seguramente eso me influyó para buscarme una vía de escape en la montaña, que para los que no saben lo que supone, les diré que no hay nada más relajante que marcarse una buena ruta montañera, llegar agotado a la cumbre, respirar el aire fresco, disfrutar de las espléndidas vistas, volver a machacarse las rodillas en el descenso, llegar a casa y quedarse dormido en el sofá; para un rato más tarde despertar ligeramente descansado y empezar a ver las fotos de la excursión, empezando ya a vislumbrar la siguiente.

Con el paso del tiempo ese ambiente laboral mejoró considerablemente, hasta poder decir que hoy en día me gusta ir a trabajar, pero lo que también se ha incrementado el deseo de realizar nuevas rutas por cualquier región española (no es que no quiera realizar excursiones por el extranjero, pero el presupuesto no da para tanto). La lógica diría que al desaparecer el motivo de tensión, deberían haber remitido los deseos de evadirme, pero en esta historia aparece un factor decisivo: el afán por conquistar y descubrir, que cada día estoy más convencido de que es innato en el ser humano y una vez que se manifiesta ya no se le puede poner freno.

Hay sensaciones que han quedado grabadas en mi mente y que marcan en parte mi personalidad desde aquel día que alcancé por primera vez la cima del Rocigalgo. Poco después fue la Plaza del Moro Almanzor, luego vino la morada eterna de Muley Hacén, incluso organicé una visita turística a Canarias con el único fin de fotografiarme sentado sobre el punto más alto de España. Claro que la montaña es peligrosa y no siempre todo sale bien, especialmente cuando no se lleva el debido cuidado, por lo que he tenido algún pequeño tropiezo que me llevó a retirarme temporalmente de ella en los Picos de Europa, hasta que volví trece meses después para conquistar el pico Almenaras.

El Rocigalgo ( 1 444 m) fue el primer techo provincial que conquisté. Ahora van 41.

Hablando del acompañamiento, aunque la mayor parte de mis excursiones las he realizado en solitario, las que más he disfrutado han sido las que he realizado acompañado de otras personas, de las que no quiero citar los nombres porque seguro que me olvido de alguna y sería imperdonable. Prefiero recordar los momentos mágicos vividos en esas excursiones, incluido algún pequeño contratiempo que se solventó con la ayuda de mis acompañantes, porque esos gestos tampoco se pueden olvidar. También es digna de elogio la colaboración prestada por amigos y compañeros en la preparación de alguna de las rutas o aportándome datos sobre emplazamientos que desconocía.

No sólo la montaña ha acaparado mi interés, sino que de vez en cuando he dirigido mis pasos hasta minas abandonadas, entre las que no puedo dejar de citar la de oro de La Nava de Ricomalillo o la de wolframio de Navasfrías (a raíz de cuya visita publiqué un vídeo y una persona que trabajó en la mina realizó comentarios al mismo), castillos, iglesias y, sobre todo, monumentos romanos, apartado en el que es obligatorio que hable del acueducto de la Peña Cortada o la ciudad de Baelo Claudia.

Quizá la faceta más importante de mis excursiones, sea el afán de encontrar lugares con algún récord a nivel nacional, europeo o mundial, de los que llevo visitados unos pocos y están recogidos en un álbum de fotos que va nutriéndose semana a semana de nuevas conquistas. Todos esos récords me han hecho ilusión, pero si tengo que elegir uno en particular no dudo en señalar la mina de cobre Las Cruces, que constituye el punto más bajo de España en superficie, sobre el cual no había ninguna referencia escrita en Internet.

Al surgir el tema de los álbumes de fotos, me es obligado hablar del “Saluda a JuanBau”, que es el que elaboro con más cariño, sobre todo por que contiene los saludos que generosamente han ido realizando muchas de las personas que me conocen, y algunas que no, lo que aún es más loable.


Alguno puede decir que vaya rollo que me he marcado y que no existe ninguna relación con el título del artículo y no le faltaría razón. Pues bien, en estos tiempos en los que he perdido más de un 30 % de poder adquisitivo, prefiero pensar en hollar cimas, seguir buscando tesoros y lugares con récords, a ser posible en buena compañía, porque esta vida son cuatro días y hay que vivirla a cada momento, sin esperar el premio que tendremos en el más allá (que dudo que exista), o en el más acá en el que en lugar de premios lo único que tenemos son impuestos que no siempre se han empleado en beneficio de toda la sociedad. Ahora algún gobernante nos quiere vender la moto de que va a haber una bajada de impuestos como premio a los sacrificios que hemos tenido que aceptar a la fuerza, pero en la práctica esa reducción va a tener una repercusión mínima sobre mi economía y la sangría de cuartos más que mitigarse continua aumentando camuflada bajo el nombre de mil y un impuestos, tasas, contribuciones, y demás exacciones.



lunes, 9 de junio de 2014

EL DÍA INTERNACIONAL DE LOS MUSEOS


El Día Internacional de los Museos se celebra el 18 de mayo. Este evento está coordinado por el Consejo Internacional de Museos (ICOM) y pone de relieve un tema diferente cada año y que está en el centro de las preocupaciones de la comunidad de los museos.

El ICOM es una organización no gubernamental que mantiene relaciones formales con la UNESCO y tiene un estatuto consultivo ante el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas.

En ese día se trata de ir al encuentro del público y sensibilizarlo sobre los desafíos que enfrentan los museos. De hecho, el ICOM define el museo como una organización sin fines de lucro, una institución permanente al servicio de la sociedad y su desarrollo, abierta al público, que adquiere, conserva, investiga, exhibe y transmite el patrimonio material e inmaterial de la humanidad y su medio ambiente con fines educativos, de estudio y placer.

La mejor forma de ir al encuentro del público de una organización sin fines de lucro es ofrecer entradas gratuitas, al menos un único día al año; pero parece ser que muchos museos en España no están imbuidos de ese espíritu y no renuncian a exigir un lucrativo desembolso para poder ser visitados.

Se podría discutir mucho sobre el hecho de que la visita a museos o monumentos que se financian en buena medida de subvenciones públicas no sea siempre gratuita, ya que si un ciudadano español contribuye con sus impuestos a financiar las actividades de un museo, o a la reforma de una iglesia, o a la excavación de unas ruinas,  me parece fuera de lugar que se le exija que pague por visitar el patrimonio que se mantiene con sus impuestos.

Otros años he conseguido visitar museos o lugares singulares el día 18 de mayo, tales como el Museo de Ciencias Naturales o la Cueva de los Franceses, pero este año me he llevado una gran decepción, porque tras llamar a varios lugares, tales como la Alhambra de Granada, el Corral de Comedias de Almagro, las Cuevas del Águila de Ramacastañas, la Casa de Cervantes de Esquivias o el Monasterio de Piedra de Nuévalos, en todos ellos me han dicho que el día 18 de mayo la visita cuesta lo mismo que cualquier otro día del año. Solo espero que cuando tengan que afrontar una reforma, sean consecuentes con su actitud y no soliciten ninguna subvención, sino que paguen todos los gastos con el dinero que sacan de las visitas turísticas.

Como no me iba a quedar sin visita el día 18 de mayo, me encaminé a la ermita de San Baudelio en Casillas de Berlanga (que no tiene nada que envidiar a la Capilla Sixtina), cuya entrada es gratuita todo el año. Después me dirigí a la cercana localidad de Atienza, que entre otros lugares dignos de visita tiene la iglesia de San Bartolomé, con una exposición de fósiles. De antemano desconocía si la visita era gratuita (como suele suceder en los monumentos de poblaciones aisladas para promocionar el turismo), pero una vez allí me indicaron que había que pagar una entrada, pese a tratarse del Día Internacional de los Museos; por lo que directamente le indiqué al portero que no entraba y me dispuse a realizar fotos a la maravillosa galería porticada del templo, que se puede disfrutar “por la cara”.


Como digo siempre: si he contemplado el Museo Arqueológico Nacional o las ruinas de Baelo Claudia gratis no voy a pagar una entrada por visitar cualquier museo o yacimiento de tres al cuarto.

La Dama de Elche se expone en el Museo Arqueológico
Nacional, de visita gratuita varios días al año.



sábado, 3 de mayo de 2014

LA PROTECCIÓN DE LA FAUNA SILVESTRE



El artículo 334.1 Ver jurisprudenciaVer doctrinadel vigente Código penal castiga con la pena de la pena de prisión de cuatro meses a dos años o multa de ocho a veinticuatro meses al que “cace o pesque especies amenazadas, realice actividades que impidan o dificulten su reproducción o migración, o destruya o altere gravemente su hábitat, contraviniendo las leyes o disposiciones de carácter general protectoras de las especies de fauna silvestre, o comercie o trafique con ellas o con sus restos”.

La redacción  del artículo me sugiere varias reflexiones: ¿Qué se entiende por especie amenazada? ¿Qué actividades pueden impedir o dificultar su reproducción o migración? ¿Cómo se puede destruir o alterar el hábitat? ¿Las disposiciones protectoras de la fauna silvestre siempre son adecuadas para tal fin?

La primera pregunta tiene una respuesta clara: una se considera amenazada cuando es susceptible de extinguirse en un futuro próximo. La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), clasifica a estas especies en tres diferentes categorías dependiendo del riesgo de extinción: especies vulnerables (VU), en peligro de extinción (EN) y en peligro crítico de extinción (CR).

La siguiente pregunta no tiene una respuesta tan clara, al menos para mí, ya que las actividades humanas que puede impedir o dificultar la reproducción o migración de esas especies amenazadas. Concretamente hay unas actividades que nunca me han parecido bien, como son la captura de animales salvajes vivos, para proceder a su pesaje y medición, siendo puestos en libertad nuevamente tras la colocación de crotales en las orejas o, lo que es peor, una antena transmisora.

Muchas veces las personas que realizan esas actividades cuentan con todos los permisos necesarios para su realización, lo que enlaza con la pregunta de si las disposiciones protectoras de la fauna silvestre son siempre las más adecuadas para la preservación de las especies. Creo que el espíritu de esas leyes suele ser loable, pero cuando se llevan al terreno de la práctica hacen aguas muchas veces.

No hace falta ser un naturalista para ser consciente de que el animal salvaje que se ve atrapado sufre una situación estresante, aunque a veces se les inyecten tranquilizantes, y tanto ese estrés como las drogas pueden provocar efectos secundarios sobre la posterior vida del animal, como en el caso de las personas. A esa situación se suma el problema de llevar uno o varios crotales en las orejas que desde luego alguna molestia ocasionaran. Bien es cierto que el grado de consciencia de algunos animales está muy por debajo del humano, pero aún así no debe ser agradable que le perforen las orejas, sobre todo cuando él no ha elegido el modelo de pendiente que le colocan.

En el caso de las antenas transmisoras el problema es mucho mayor, tanto por el volumen del dispositivo como por las señales que emite. Sin ir más lejos el día 30 de abril emitieron un documental sobre los suricatas, en el que a la líder de la manada le habían colocado un collar emisor. Estamos hartos de oír que las señales electromagnéticas son perjudiciales para la salud y que debemos limitar en la medida de lo posible el uso de teléfonos móviles. La diferencia es que nosotros usamos los teléfonos voluntariamente y asumimos los riesgos, pero a los animales nadie les ha dado a elegir que les coloquen el transmisor.

Tres ejemplares de gato montés en el Hayedo de Tejera Negra. Afortunadamente
no llevan colocado en el cuello ningún dispositivo de localización.

Todos estos dispositivos estarían plenamente justificados si realmente mejoraran de forma eficiente la vida a los animales a los que se les colocan, pero más bien están orientados a aumentar los conocimientos de los naturalistas sobre su forma de vida, lo que no necesariamente lleva aparejadas mejoras en la supervivencia de las especies; sino que más bien sirven para grabar un bonito documental que luego se comercializa o incluso, lo que es más grave, a veces se realizan prácticas de introducción de especies en ecosistemas en los que nunca estuvieron o de los que habían desaparecido hace años, alterando con ello el hábitat de las comunidades vegetales y animales allí presentes.


Al ser humano solo nos debería estar permitido observar a los animales en libertad, sin influir en nada en su forma de vida y para eso lo fundamental es respetar el entorno, sin contaminarlo ni desforestarlo, dejando que la ley de la selección natural siga su curso y no implantando la ley de la selección artificial, por mucho que la avalen algunos expertos. Los experimentos en casa y con gaseosa.


jueves, 3 de abril de 2014

LAS MONTAÑAS: BELLEZA Y PELIGRO



Hay varias frases célebres relacionadas con las montañas y la pasión de algunos hombres por hollar su cumbre. Voy a destacar una que me llamó la atención la primera vez que la leí y que creo que refleja perfectamente lo que sentimos cuando nos enfrentamos a una aventura montañera:

“Las pasiones humanas son un misterio: quienes se dejan arrastrar por ellas no pueden explicárselas y quienes no las han vivido no pueden comprenderlas. Hay seres humanos que se juegan la vida por subir a una montaña. Nadie, ni siquiera ellos, pueden explicarse realmente por qué…”  Michael Ende.

Hace unas semanas ascendí a la cima del pico Teleno, la montaña mágica que fue objeto de culto desde tiempos inmemoriales y que fue bautizada por los romanos como Marti Tileno, documentado por una inscripción que ha aparecido en una lámina de plata. Este nombre es un sincretismo entre el dios romano Marte, bajo su advocación agraria, y el dios indígena Tilenus, nombre que los astures daban al dios celta Teutates; y ciertamente, cuando uno camina por las faldas de esta montaña y se aproxima a su cima, comprende que fuera divinizada, porque un sentimiento de paz espiritual se apodera del senderista.

El Teleno (2 188 m).

En la cima del Teleno, además del vértice geodésico y otro objetos típicos de las cimas señeras, tales como los buzones, hay una placa dedicada a un montañero que perdió la vida haciendo aquello que a él más le gustaba El Senderismo por la sierra de Gredos. La cita es textual y eriza el vello leerla a casi 2 200 m de altitud, en medio de la nieve, mientras soplaba un gélido viento.

Yo me he jugado la vida varias veces por subir a una montaña, entre otras, ascendiendo al pico Almanzor, máxima altura de la sierra de Gredos, y de forma más evidente, intentando ascender al pico Torrecerredo, techo de los picos de Europa (los cuales, por cierto, se contemplan majestuosos desde la cima del Teleno), y por eso creo que puedo hablar de las razones que nos impulsan en esa aventura peligrosa.

La principal sensación que transmite la ascensión a una montaña es la de pequeñez del humano en contraste con la inmensidad de la mole rocosa que trata de coronar. Luego viene el agotamiento progresivo a medida que avanza la ruta, sobre todo en los tramos de mayor pendiente y, por fin, llega el premio de llegar a la cima y disfrutar de tocar el cielo, sin obstáculos a la vista que se pierde a cientos de kilómetros, respirando el aire puro y fresco. Otro premio algo menor, aunque desde luego irrenunciable, es disfrutar del descenso, con esa sensación del objetivo cumplido, regulando las pocas fuerzas que nos quedan y la sensación total de alivio al llegar al punto de origen.

Pero claro, también hay una parte negativa que no podemos obviar y es que la actividad montañera tiene sus peligros, algunos de los cuales surgen de forma imprevista. Los que tenemos esta afición metida en vena sabemos que estamos expuestos a sufrir algún percance, pero intentamos minimizar los riesgos en la medida de lo posible; aunque en algunos casos, como en el mío, ese aprendizaje haya sido a golpes (y siempre dando gracias de que la casi ausencia de consecuencias negativas). Lamentablemente algunos no han tenido tanta suerte como yo y se dejaron la vida haciendo aquello que más les gustaba.

La semana anterior a mi ascensión al Teleno, realicé una excursión por la falda norte de la sierra de Gredos, el mismo día y en el mismo horario en el cual fallecieron dos montañeros practicando la escalada en el Circo de la indicada sierra. No pude dejar de pensar que mientras yo obtenía unas fotos maravillosas de los gigantes de Gredos nevados, dos personas perdían la vida en ellos. El azar es caprichoso y a veces nos proporciona estos sabores agridulces.

El Circo de Gredos visto desde las proximidades al nacimiento del río Alberche.

Voy a terminar mi artículo con otra cita que también explica en parte nuestra afición:

Envejecer es como escalar una gran montaña: mientras se sube las fuerzas disminuyen, pero la mirada es más libre, la vista más amplia y serena.”  Ingmar Bergman.


A medida que pasan los años, y ya son unos pocos los que llevo pateando por las sierras de toda España, cada día disfruto más de la libertad y serenidad que proporcionan las montañas, relativizándose todos los problemas de la vida diaria, estando plenamente convencido de que el esfuerzo merece la pena, aunque no está demás llevar un poco de cuidado y no arriesgar demasiado.