viernes, 19 de diciembre de 2014

EL SACACUARTOS DE LA LOTERÍA



Las reflexiones que vierto en este artículo seguramente no sean compartidas por la mayor parte de las personas que lo lean y no conseguiré disuadirlas de comprar lotería, pero me quedará la satisfacción de haberlo intentado.

Yo nunca compro lotería, ya que no soy partidario de regalarle mis dineros al Estado, que ya se lleva bastante en los impuestos y retenciones que no puedo evitar que me apliquen, como para encima entregarle voluntariamente otro pico nada despreciable. La lotería siempre ha sido un sacacuartos disimulado, pero en los últimos años han crecido el afán recaudatorio hasta límites insospechados.

Las posibilidades actuales de que toque el añorado “gordo” de Navidad son de una entre 100.000 (los números que se introducen en el bombo), lo que supone casi la mitad de lo que sucedía hasta 1962 en que había 55.000 números. Pero tampoco existen muchas posibilidades de que toque cualquier premio  menor, ya que no llegan a 2.000 los números premiados, con lo que la probabilidad de premio es de apenas un 5 % (sin contar el reintegro, que no debe considerarse premio porque se limitan a devolver lo jugado). El verdadero ganador del sorteo es el Estado, que de antemano se queda el 30 % de la recaudación y, por si no fuera poco, desde 2013 además se queda el 20 % de los premios que superen los 2.500 € con el llamado Impuesto de la Lotería.

Los datos anteriores son objetivos y no merecen crítica alguna, ya que cada uno se gasta sus dineros en lo que quiere, pero lo que si merece reproche, a mi parecer, es la forma en la que se publicita el sorteo de Navidad, a mi juicio rayana a la publicidad engañosa, considerada ilícita por la Ley 34/1988, General de Publicidad.

La publicidad engañosa es aquella que de cualquier forma puede inducir a error en sus destinatarios o afectar a su comportamiento económico, elementos que en mi modesta opinión se concentran en los anuncios televisivos del sorteo de Navidad, que apelan al calor del hogar, la amistad o el valor de compartir para inducir a la compra masiva de décimos, con el consiguiente gasto para el presupuesto familiar; pero esa inversión en la grandísima mayoría de los casos no obtendrá premio alguno (recordemos que solo el 5 % obtendrán un premio real, que por lo general no superará el quíntuplo de lo jugado).

Ya he explicado los motivos por los que no considero rentable la compra de lotería, pero en este tema hay una cuestión que llega a irritarme: el paroxismo por comprar en ciertas administraciones en el error de que así será más fácil que toque el premio. Yo he hablado con algunos amigos y familiares sobre esta cuestión y he sido incapaz de hacerles ver que cualquier número tiene las mismas posibilidades de resultar premiado, lo hayas comprado en Sort, en la Puerta del Sol de Madrid o en el barrio del Polígono de Toledo. Lo que sucede es que algunas administraciones venden muchísimos números distintos (creo que en algunos casos superan los 700), con lo que las posibilidades de que toque un premio en esa administración son setenta veces más altas que en otra que solo vende diez números, pero las posibilidades de que toque un número procedente de una administración “superpremiada”, haciendo cola durante horas o abonando un recargo para obtenerlo más cómodamente, son las mismas que en cualquier otra, porque tú juegas solo un número, no 700.

Otro asunto es del “repartidor de dinero”, ya que estamos acostumbrados a ver en los telediarios del día 22 de diciembre a personas sonrientes que con una copa de champán en la mano presumen de haber “repartido” un montón de euros, cuando en realidad lo que han hecho es lucrarse vendiendo una lotería con escasísimas probabilidades de resultar premiada y, para más inri, en algunos casos han realizado esa venta aplicando un recargo.


Y tocado el tema de los sobreprecios, éstos son en la mayor parte de los casos ilegales, ya que los décimos no se pueden vender con recargo en ningún caso y las participaciones que pretendan venderse con sobreprecio deberán ser autorizadas previamente por la Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas del Estado.

Por menos de lo que cuesta un décimo de lotería, se puede viajar
desde Toledo hasta Consuegra para disfrutar de esta estampa.

Si queréis un buen consejo, el dinero que habitualmente dedicáis a comprar lotería, en lo sucesivo invertirlo en realizar viajes y disfrutaréis de recorrer ciudades, paisajes y monumentos que os dejaran un buen recuerdo, en lugar del mal sabor de boca que causa el que no os haya tocado nada en la lotería y, para colmo de males,  algún conocido vuestro que no os cae del todo bien se haya llevado un “pellizco”.



domingo, 9 de noviembre de 2014

¿CUÁL ES EL LÍMITE KT?



Estoy seguro que casi ninguna de las personas que lea este artículo sabría de antemano responder a la pregunta del título. Yo hasta hace dos meses tampoco.

Lo que si sabemos casi todos es que hace 65 millones de años los dinosaurios desaparecieron por culpa de un meteorito que cayó sobre la Tierra, lo que ocasionó incendios por todo el planeta, elevándose a la atmósfera el polvo producido por el impacto y las cenizas ocasionadas por los incendios, ocultándo el sol durante varios años, interrumpiéndose la fotosíntesis de las plantas, lo que ocasionó primero la extinción de gran parte de ellas, seguida por la de los animales herbívoros y después los carnívoros, estimándose que se acabó con el 75% de la vida en la Tierra.

Pero, ¿cómo se llegó a la conclusión de que un meteorito fue el causante de esa desaparición en cadena de casi toda la vida sobre el planeta?. A finales de los años setenta, un geólogo estadounidense de origen español, llamado Walter Álvarez, y su padre, observaron que en los estratos arcillosos que marcaban el paso del Cretácico (último periodo del Mesozoico) al Paleógeno (primer periodo de la Era Terciaria) había una abundancia inusual de iridio. Este elemento químico es muy escaso en la Tierra, pero es abundante en los asteroides (con una concentración varios cientos de veces superior a la de la corteza terrestre), por lo que formularon la llamada Hipótesis de Álvarez, según la cual hace 65,5 millones de años un asteroide de 10 km de diámetro chocó contra la Tierra en la Península del Yucatán, generando un cráter de 170 km de diámetro y que es todavía detectable en imágenes de los satélites artificiales.

La capa arcillosa que marca el paso del Cretácico (que en alemán empieza por K), al Terciario, es la conocida como Límite KT y se puede ver en muy pocos puntos del planeta (los principales son solo 27), siendo más gruesa cuanto más nos acercamos al punto del impacto del meteorito. Esa capa arcillosa contiene los restos vaporizados del meteorito, además de microesferas de vidrio llamadas microtécticas, que se forman por el calor y presiones extremas que solo se producen por impactos de meteoritos y explosiones nucleares. En España tenemos la suerte de poseer cuatro de esos enclaves en los que la capa es visible, situados en los términos municipales de Agost (Alicante), Caravaca de la Cruz (Murcia), Sopelana (Vizcaya) y Zumaya (Guipúzcoa).

Límite KT en Agost, con el Maigmó al fondo.

Acompañado de Jesús, el día 7 de noviembre de 2014 fui hasta el término de Agost para ver in situ el afloramiento de la capa. El punto concreto está situado entre los kilómetros 8 y 9 de la carretera CV-827, a media altura en el talud formado al trazar una curva en la carretera.

La capa arcillosa en la que se enmarca el Límite KT es claramente visible, teniendo un grosor de unos tres centímetros y un color grisáceo que destaca sobre los estratos de roca que la delimitan.

Primer plano de la capa arcillosa que contiene el Límite KT.

Estando allí, contemplando la capa, pude imaginar el caos de fuego, polvo y cenizas, el pánico entre los gigantescos dinosaurios, los años de oscuridad y finalmente, el primer día en que el sol volvió a brillar sobre un terreno abrasado, cubierto por una capa de arcilla parduzca que cubría toda la superficie terrestre y sobre el que casi no había vida.

Y cuando nos hubimos recreado lo suficiente, nos encaminamos hacia el cercano Maigmó, montaña señera de la provincia de Alicante, a la que ascendimos, teniendo que afrontar una pendiente de infarto y una trepadilla algo aérea en el tramo final que nos puso los pelos de punta y supuso la guinda para que a la excursión no le faltara de nada.


sábado, 18 de octubre de 2014

EL VICIO DE PROHIBIR



El diccionario de la Real Academia de la Lengua define vicio en una de sus acepciones como falta de rectitud o defecto moral en las acciones y considero que gran parte de las prohibiciones establecidas en este mundo pueden tildarse como viciosas.

Sería interminable intentar citar aquí todas las prohibiciones establecidas por motivos espurios, por lo que voy a centrar mi artículo en lo que afecta a mis aficiones: las visitas culturales y el senderismo.

Hace unos años viajé a la Ciudad Eterna con la finalidad de visitar el anfiteatro Flavio, pero también aproveché el viaje para visitar la ciudad del Vaticano y dentro de ella la famosa Capilla Sixtina. Dentro de esta sala me llamó sobremanera la atención la escasez de luz y las continuas voces de los vigilantes diciendo “no foto” y “no video”. Pero ese vicio prohibitivo no es exclusivo del Vaticano, sino que se repite en muchos museos y monumentos.

No tengo conocimientos técnicos suficientes en la materia como para poder afirmar si el uso del flash puede dañar una pintura y más difícilmente a una escultura, pero de lo que estoy completamente seguro es que si no se usa tal elemento luminoso el realizar una foto es totalmente inocuo para las obras de arte. Entonces, ¿qué motiva ese empeño de prohibir la realización de fotos sin flash o grabar videos?. La respuesta es sencilla: intentan impedir la captura de material audiovisual para garantizarse la venta de los que ellos ofrecen en la tienda que a tal fin existe en casi todos los edificios que tienen esas prohibiciones. Pero también son conscientes de que no pueden impedir completamente a los turistas que saquen fotos, ya que si obligaran a dejar las cámaras en una consigna, aparte de gastos logísticos y eventuales reclamaciones por pérdidas, seguramente bajaran las visitas y con ello la recaudación, y por eso procuran, sobre todo en los lugares más significativos, atenuar la luz (a lo que antes me he referido), para que las fotos salgan movidas.


El afán recaudatorio no tiene límites, ya que no se conforman con cobrar precios astronómicos por las entradas, que en muchos casos superan los diez euros por cabeza (que induce a pensar que en la entrada va incluido que te lleves un cuadro a tu casa), sino que aún quieren sacarles más dinero ofreciendo libros y ilustrados y tarjetas postales con fotografías realizadas con una luz perfecta. Y digo yo: ¿esas fotos, realizadas con potentes flases, no dañan a las pinturas?.

En el senderismo el afán prohibitivo no responde a fines recaudatorios, al menos en principio, sino más bien a demostrar el poder de nuestros gobernantes, y de rebote puede ser que también les genere algún ingreso, como veremos más adelante.

Voy a citar un ejemplo claro de esas limitaciones que carecen de toda lógica: el Parque Natural de Peñalara. En ese espacio natural hay un amplio despliegue de carteles que prohíben el paso a ciertas zonas, con la excusa de no pisar especies vegetales protegidas, cuando en el mismo parque hay rumiantes domésticos pastando libremente, que no solo pisan, sino que también se comen, esos hierbajos protegidos. Esa limitación de acceso llega al absurdo de impedir acercarse a alguna de las lagunas glaciares (ni que fueran suyas), con lo sencillo que sería marcar un estrecho sendero hasta ellas. El resultado es que al no existir ese sendero, cada cual se acerca por donde puede, con lo que el supuesto daño a la vegetación debería ser mayor (lo pongo en condicional porque no tengo claro que ese daño exista). Claro que saltarse la prohibición pudiera tener consecuencias pecuniarias sobre el infractor, que puede ser multado si le pillan in fraganti los encargados de la vigilancia del parque.

Laguna Grande de Peñalara, a cuyas aguas está prohibido acercarse.

Otro caso curioso de prohibición es la entrada a la cueva de los Chorros, en la que nace el río Mundo. En este caso, alegando razones de seguridad, solo se permite el acceso a montañeros federados o a personas acompañadas de guías locales. Está claro que si la cueva es peligrosa estaría justificado prohibir la entrada a gente inexperta y que solo pudieran acceder expertos, pero la vía de escape de que cualquier neófito pueda acceder si ha contratado los servicios de un guía local me parece simplemente recaudatoria, porque si la excusa es que el guía puede orientar y vigilar a los integrantes del grupo que le han contratado, esa función también la podría realizar un montañero federado llevando gratuitamente acompañantes sin licencia federativa con los que tenga lazos de amistad.




viernes, 1 de agosto de 2014

ESTA VIDA SON CUATRO DÍAS



Hace poco, mientras realizaba una ruta por nuestra España, me vino a la mente la pregunta de por qué motivo había empezado con la dinámica de mi excursión semanal y si esa motivación original se mantenía ahora o había variado.

Recuerdo que el inicio de mis rutas coincidió con un momento en el que el ambiente laboral en el que me desenvolvía no era el ideal y seguramente eso me influyó para buscarme una vía de escape en la montaña, que para los que no saben lo que supone, les diré que no hay nada más relajante que marcarse una buena ruta montañera, llegar agotado a la cumbre, respirar el aire fresco, disfrutar de las espléndidas vistas, volver a machacarse las rodillas en el descenso, llegar a casa y quedarse dormido en el sofá; para un rato más tarde despertar ligeramente descansado y empezar a ver las fotos de la excursión, empezando ya a vislumbrar la siguiente.

Con el paso del tiempo ese ambiente laboral mejoró considerablemente, hasta poder decir que hoy en día me gusta ir a trabajar, pero lo que también se ha incrementado el deseo de realizar nuevas rutas por cualquier región española (no es que no quiera realizar excursiones por el extranjero, pero el presupuesto no da para tanto). La lógica diría que al desaparecer el motivo de tensión, deberían haber remitido los deseos de evadirme, pero en esta historia aparece un factor decisivo: el afán por conquistar y descubrir, que cada día estoy más convencido de que es innato en el ser humano y una vez que se manifiesta ya no se le puede poner freno.

Hay sensaciones que han quedado grabadas en mi mente y que marcan en parte mi personalidad desde aquel día que alcancé por primera vez la cima del Rocigalgo. Poco después fue la Plaza del Moro Almanzor, luego vino la morada eterna de Muley Hacén, incluso organicé una visita turística a Canarias con el único fin de fotografiarme sentado sobre el punto más alto de España. Claro que la montaña es peligrosa y no siempre todo sale bien, especialmente cuando no se lleva el debido cuidado, por lo que he tenido algún pequeño tropiezo que me llevó a retirarme temporalmente de ella en los Picos de Europa, hasta que volví trece meses después para conquistar el pico Almenaras.

El Rocigalgo ( 1 444 m) fue el primer techo provincial que conquisté. Ahora van 41.

Hablando del acompañamiento, aunque la mayor parte de mis excursiones las he realizado en solitario, las que más he disfrutado han sido las que he realizado acompañado de otras personas, de las que no quiero citar los nombres porque seguro que me olvido de alguna y sería imperdonable. Prefiero recordar los momentos mágicos vividos en esas excursiones, incluido algún pequeño contratiempo que se solventó con la ayuda de mis acompañantes, porque esos gestos tampoco se pueden olvidar. También es digna de elogio la colaboración prestada por amigos y compañeros en la preparación de alguna de las rutas o aportándome datos sobre emplazamientos que desconocía.

No sólo la montaña ha acaparado mi interés, sino que de vez en cuando he dirigido mis pasos hasta minas abandonadas, entre las que no puedo dejar de citar la de oro de La Nava de Ricomalillo o la de wolframio de Navasfrías (a raíz de cuya visita publiqué un vídeo y una persona que trabajó en la mina realizó comentarios al mismo), castillos, iglesias y, sobre todo, monumentos romanos, apartado en el que es obligatorio que hable del acueducto de la Peña Cortada o la ciudad de Baelo Claudia.

Quizá la faceta más importante de mis excursiones, sea el afán de encontrar lugares con algún récord a nivel nacional, europeo o mundial, de los que llevo visitados unos pocos y están recogidos en un álbum de fotos que va nutriéndose semana a semana de nuevas conquistas. Todos esos récords me han hecho ilusión, pero si tengo que elegir uno en particular no dudo en señalar la mina de cobre Las Cruces, que constituye el punto más bajo de España en superficie, sobre el cual no había ninguna referencia escrita en Internet.

Al surgir el tema de los álbumes de fotos, me es obligado hablar del “Saluda a JuanBau”, que es el que elaboro con más cariño, sobre todo por que contiene los saludos que generosamente han ido realizando muchas de las personas que me conocen, y algunas que no, lo que aún es más loable.


Alguno puede decir que vaya rollo que me he marcado y que no existe ninguna relación con el título del artículo y no le faltaría razón. Pues bien, en estos tiempos en los que he perdido más de un 30 % de poder adquisitivo, prefiero pensar en hollar cimas, seguir buscando tesoros y lugares con récords, a ser posible en buena compañía, porque esta vida son cuatro días y hay que vivirla a cada momento, sin esperar el premio que tendremos en el más allá (que dudo que exista), o en el más acá en el que en lugar de premios lo único que tenemos son impuestos que no siempre se han empleado en beneficio de toda la sociedad. Ahora algún gobernante nos quiere vender la moto de que va a haber una bajada de impuestos como premio a los sacrificios que hemos tenido que aceptar a la fuerza, pero en la práctica esa reducción va a tener una repercusión mínima sobre mi economía y la sangría de cuartos más que mitigarse continua aumentando camuflada bajo el nombre de mil y un impuestos, tasas, contribuciones, y demás exacciones.



lunes, 9 de junio de 2014

EL DÍA INTERNACIONAL DE LOS MUSEOS


El Día Internacional de los Museos se celebra el 18 de mayo. Este evento está coordinado por el Consejo Internacional de Museos (ICOM) y pone de relieve un tema diferente cada año y que está en el centro de las preocupaciones de la comunidad de los museos.

El ICOM es una organización no gubernamental que mantiene relaciones formales con la UNESCO y tiene un estatuto consultivo ante el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas.

En ese día se trata de ir al encuentro del público y sensibilizarlo sobre los desafíos que enfrentan los museos. De hecho, el ICOM define el museo como una organización sin fines de lucro, una institución permanente al servicio de la sociedad y su desarrollo, abierta al público, que adquiere, conserva, investiga, exhibe y transmite el patrimonio material e inmaterial de la humanidad y su medio ambiente con fines educativos, de estudio y placer.

La mejor forma de ir al encuentro del público de una organización sin fines de lucro es ofrecer entradas gratuitas, al menos un único día al año; pero parece ser que muchos museos en España no están imbuidos de ese espíritu y no renuncian a exigir un lucrativo desembolso para poder ser visitados.

Se podría discutir mucho sobre el hecho de que la visita a museos o monumentos que se financian en buena medida de subvenciones públicas no sea siempre gratuita, ya que si un ciudadano español contribuye con sus impuestos a financiar las actividades de un museo, o a la reforma de una iglesia, o a la excavación de unas ruinas,  me parece fuera de lugar que se le exija que pague por visitar el patrimonio que se mantiene con sus impuestos.

Otros años he conseguido visitar museos o lugares singulares el día 18 de mayo, tales como el Museo de Ciencias Naturales o la Cueva de los Franceses, pero este año me he llevado una gran decepción, porque tras llamar a varios lugares, tales como la Alhambra de Granada, el Corral de Comedias de Almagro, las Cuevas del Águila de Ramacastañas, la Casa de Cervantes de Esquivias o el Monasterio de Piedra de Nuévalos, en todos ellos me han dicho que el día 18 de mayo la visita cuesta lo mismo que cualquier otro día del año. Solo espero que cuando tengan que afrontar una reforma, sean consecuentes con su actitud y no soliciten ninguna subvención, sino que paguen todos los gastos con el dinero que sacan de las visitas turísticas.

Como no me iba a quedar sin visita el día 18 de mayo, me encaminé a la ermita de San Baudelio en Casillas de Berlanga (que no tiene nada que envidiar a la Capilla Sixtina), cuya entrada es gratuita todo el año. Después me dirigí a la cercana localidad de Atienza, que entre otros lugares dignos de visita tiene la iglesia de San Bartolomé, con una exposición de fósiles. De antemano desconocía si la visita era gratuita (como suele suceder en los monumentos de poblaciones aisladas para promocionar el turismo), pero una vez allí me indicaron que había que pagar una entrada, pese a tratarse del Día Internacional de los Museos; por lo que directamente le indiqué al portero que no entraba y me dispuse a realizar fotos a la maravillosa galería porticada del templo, que se puede disfrutar “por la cara”.


Como digo siempre: si he contemplado el Museo Arqueológico Nacional o las ruinas de Baelo Claudia gratis no voy a pagar una entrada por visitar cualquier museo o yacimiento de tres al cuarto.

La Dama de Elche se expone en el Museo Arqueológico
Nacional, de visita gratuita varios días al año.



sábado, 3 de mayo de 2014

LA PROTECCIÓN DE LA FAUNA SILVESTRE



El artículo 334.1 Ver jurisprudenciaVer doctrinadel vigente Código penal castiga con la pena de la pena de prisión de cuatro meses a dos años o multa de ocho a veinticuatro meses al que “cace o pesque especies amenazadas, realice actividades que impidan o dificulten su reproducción o migración, o destruya o altere gravemente su hábitat, contraviniendo las leyes o disposiciones de carácter general protectoras de las especies de fauna silvestre, o comercie o trafique con ellas o con sus restos”.

La redacción  del artículo me sugiere varias reflexiones: ¿Qué se entiende por especie amenazada? ¿Qué actividades pueden impedir o dificultar su reproducción o migración? ¿Cómo se puede destruir o alterar el hábitat? ¿Las disposiciones protectoras de la fauna silvestre siempre son adecuadas para tal fin?

La primera pregunta tiene una respuesta clara: una se considera amenazada cuando es susceptible de extinguirse en un futuro próximo. La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), clasifica a estas especies en tres diferentes categorías dependiendo del riesgo de extinción: especies vulnerables (VU), en peligro de extinción (EN) y en peligro crítico de extinción (CR).

La siguiente pregunta no tiene una respuesta tan clara, al menos para mí, ya que las actividades humanas que puede impedir o dificultar la reproducción o migración de esas especies amenazadas. Concretamente hay unas actividades que nunca me han parecido bien, como son la captura de animales salvajes vivos, para proceder a su pesaje y medición, siendo puestos en libertad nuevamente tras la colocación de crotales en las orejas o, lo que es peor, una antena transmisora.

Muchas veces las personas que realizan esas actividades cuentan con todos los permisos necesarios para su realización, lo que enlaza con la pregunta de si las disposiciones protectoras de la fauna silvestre son siempre las más adecuadas para la preservación de las especies. Creo que el espíritu de esas leyes suele ser loable, pero cuando se llevan al terreno de la práctica hacen aguas muchas veces.

No hace falta ser un naturalista para ser consciente de que el animal salvaje que se ve atrapado sufre una situación estresante, aunque a veces se les inyecten tranquilizantes, y tanto ese estrés como las drogas pueden provocar efectos secundarios sobre la posterior vida del animal, como en el caso de las personas. A esa situación se suma el problema de llevar uno o varios crotales en las orejas que desde luego alguna molestia ocasionaran. Bien es cierto que el grado de consciencia de algunos animales está muy por debajo del humano, pero aún así no debe ser agradable que le perforen las orejas, sobre todo cuando él no ha elegido el modelo de pendiente que le colocan.

En el caso de las antenas transmisoras el problema es mucho mayor, tanto por el volumen del dispositivo como por las señales que emite. Sin ir más lejos el día 30 de abril emitieron un documental sobre los suricatas, en el que a la líder de la manada le habían colocado un collar emisor. Estamos hartos de oír que las señales electromagnéticas son perjudiciales para la salud y que debemos limitar en la medida de lo posible el uso de teléfonos móviles. La diferencia es que nosotros usamos los teléfonos voluntariamente y asumimos los riesgos, pero a los animales nadie les ha dado a elegir que les coloquen el transmisor.

Tres ejemplares de gato montés en el Hayedo de Tejera Negra. Afortunadamente
no llevan colocado en el cuello ningún dispositivo de localización.

Todos estos dispositivos estarían plenamente justificados si realmente mejoraran de forma eficiente la vida a los animales a los que se les colocan, pero más bien están orientados a aumentar los conocimientos de los naturalistas sobre su forma de vida, lo que no necesariamente lleva aparejadas mejoras en la supervivencia de las especies; sino que más bien sirven para grabar un bonito documental que luego se comercializa o incluso, lo que es más grave, a veces se realizan prácticas de introducción de especies en ecosistemas en los que nunca estuvieron o de los que habían desaparecido hace años, alterando con ello el hábitat de las comunidades vegetales y animales allí presentes.


Al ser humano solo nos debería estar permitido observar a los animales en libertad, sin influir en nada en su forma de vida y para eso lo fundamental es respetar el entorno, sin contaminarlo ni desforestarlo, dejando que la ley de la selección natural siga su curso y no implantando la ley de la selección artificial, por mucho que la avalen algunos expertos. Los experimentos en casa y con gaseosa.


jueves, 3 de abril de 2014

LAS MONTAÑAS: BELLEZA Y PELIGRO



Hay varias frases célebres relacionadas con las montañas y la pasión de algunos hombres por hollar su cumbre. Voy a destacar una que me llamó la atención la primera vez que la leí y que creo que refleja perfectamente lo que sentimos cuando nos enfrentamos a una aventura montañera:

“Las pasiones humanas son un misterio: quienes se dejan arrastrar por ellas no pueden explicárselas y quienes no las han vivido no pueden comprenderlas. Hay seres humanos que se juegan la vida por subir a una montaña. Nadie, ni siquiera ellos, pueden explicarse realmente por qué…”  Michael Ende.

Hace unas semanas ascendí a la cima del pico Teleno, la montaña mágica que fue objeto de culto desde tiempos inmemoriales y que fue bautizada por los romanos como Marti Tileno, documentado por una inscripción que ha aparecido en una lámina de plata. Este nombre es un sincretismo entre el dios romano Marte, bajo su advocación agraria, y el dios indígena Tilenus, nombre que los astures daban al dios celta Teutates; y ciertamente, cuando uno camina por las faldas de esta montaña y se aproxima a su cima, comprende que fuera divinizada, porque un sentimiento de paz espiritual se apodera del senderista.

El Teleno (2 188 m).

En la cima del Teleno, además del vértice geodésico y otro objetos típicos de las cimas señeras, tales como los buzones, hay una placa dedicada a un montañero que perdió la vida haciendo aquello que a él más le gustaba El Senderismo por la sierra de Gredos. La cita es textual y eriza el vello leerla a casi 2 200 m de altitud, en medio de la nieve, mientras soplaba un gélido viento.

Yo me he jugado la vida varias veces por subir a una montaña, entre otras, ascendiendo al pico Almanzor, máxima altura de la sierra de Gredos, y de forma más evidente, intentando ascender al pico Torrecerredo, techo de los picos de Europa (los cuales, por cierto, se contemplan majestuosos desde la cima del Teleno), y por eso creo que puedo hablar de las razones que nos impulsan en esa aventura peligrosa.

La principal sensación que transmite la ascensión a una montaña es la de pequeñez del humano en contraste con la inmensidad de la mole rocosa que trata de coronar. Luego viene el agotamiento progresivo a medida que avanza la ruta, sobre todo en los tramos de mayor pendiente y, por fin, llega el premio de llegar a la cima y disfrutar de tocar el cielo, sin obstáculos a la vista que se pierde a cientos de kilómetros, respirando el aire puro y fresco. Otro premio algo menor, aunque desde luego irrenunciable, es disfrutar del descenso, con esa sensación del objetivo cumplido, regulando las pocas fuerzas que nos quedan y la sensación total de alivio al llegar al punto de origen.

Pero claro, también hay una parte negativa que no podemos obviar y es que la actividad montañera tiene sus peligros, algunos de los cuales surgen de forma imprevista. Los que tenemos esta afición metida en vena sabemos que estamos expuestos a sufrir algún percance, pero intentamos minimizar los riesgos en la medida de lo posible; aunque en algunos casos, como en el mío, ese aprendizaje haya sido a golpes (y siempre dando gracias de que la casi ausencia de consecuencias negativas). Lamentablemente algunos no han tenido tanta suerte como yo y se dejaron la vida haciendo aquello que más les gustaba.

La semana anterior a mi ascensión al Teleno, realicé una excursión por la falda norte de la sierra de Gredos, el mismo día y en el mismo horario en el cual fallecieron dos montañeros practicando la escalada en el Circo de la indicada sierra. No pude dejar de pensar que mientras yo obtenía unas fotos maravillosas de los gigantes de Gredos nevados, dos personas perdían la vida en ellos. El azar es caprichoso y a veces nos proporciona estos sabores agridulces.

El Circo de Gredos visto desde las proximidades al nacimiento del río Alberche.

Voy a terminar mi artículo con otra cita que también explica en parte nuestra afición:

Envejecer es como escalar una gran montaña: mientras se sube las fuerzas disminuyen, pero la mirada es más libre, la vista más amplia y serena.”  Ingmar Bergman.


A medida que pasan los años, y ya son unos pocos los que llevo pateando por las sierras de toda España, cada día disfruto más de la libertad y serenidad que proporcionan las montañas, relativizándose todos los problemas de la vida diaria, estando plenamente convencido de que el esfuerzo merece la pena, aunque no está demás llevar un poco de cuidado y no arriesgar demasiado.


lunes, 3 de marzo de 2014

EL NIVEL DEL MAR EN ALICANTE, BASE DEL SISTEMA ALTIMÉTRICO



Recuerdo que, de pequeño, en el colegio estudiábamos que el metro patrón en una barra de una aleación de platino e iridio conservada en la Oficina de Pesas y Medidas de Paris y que las altitudes en España estaban medidas con referencia al valor medio del nivel del mar en Alicante.

Cuando fui creciendo me aficioné al senderismo y al montañismo, actividades en las que siempre estamos preocupados de si hemos subido al punto más alto de un cerro o de una montaña, o si alguna roca cercana está a un poco más de altitud.

Hace unas semanas se surgió la idea de interesarme por como se realizaron las mediciones para determinar ese valor medio del nivel del mar en Alicante y por cuál es el punto de referencia que se tiene en España para determinar que el Mulhacén tiene 3 478 m de altitud y es con ello la montaña más alta de la Península Ibérica (solo superada por el Teide, en la isla de Tenerife), o que la mina Las Cruces, en Gerena, con una cota de -160 m es el punto más bajo en superficie de España (en este caso incluidas las islas), teniendo previsto llegar hasta la cota -204 m en próximos años.

En la década de 1870 se iniciaron los trabajos para documentar la altitud en la cartografía nacional, para lo que se necesitaba valor 0 de referencia que se pensó que debería ser el nivel del mar. El problema de determinar ese valor medio del nivel del mar no tenía una fácil solución, ya que los mares y océanos están sometidos a la acción de las mareas y en algunos puntos de las costas peninsulares la fluctuación es de más de 4 m en el mismo día. Por ello se eligió la bahía de Alicante, por su estabilidad geológica y la poca diferencia entre la pleamar y la bajamar.

Entre el 1 de julio de 1870 y el 30 junio de 1872 un empleado hizo cuatro mediciones diarias (a las 9, 12, 15 y 18 horas) del nivel del agua sobre una regla graduada colocada en una escalera del muelle. La media de esas mediciones se consideró el valor medio del nivel del mar. El punto en el que se realizaron la observaciones puede ser visitado y es de muy fácil localización, ya que la escalera esta justo frente a una estatua de bronce dedicada a Ícaro. Si nos fijamos bien, en el centro del tercer escalón hay incrustado un clavo con la inscripción PUNT GEO.

Escalera en la que se realizaron las mediciones del nivel del mar.

Ese valor medio había que trasladarlo a algún punto en tierra firme protegido de las inclemencias del tiempo, para poder ser usado como referencia y por ello, siendo transportado por nivelación hasta el primer escalón de la escalinata del Ayuntamiento de Alicante, en el que se encuentra la placa considerada el nivel de precisión NP1, situado a 3,4095 m de altitud sobre el nivel del mar medio en el puerto de Alicante. Esa primera placa está considerada como la cota NP1 y, a partir de ella, se fueron trazando el resto de altitudes hasta abarcar todo el territorio nacional peninsular.

Nivel de precisión NP1 en el primer escalón del Ayuntamiento de Alicante.

Para ese trazado se utilizaron las líneas de ferrocarril, ya que ofrecían condiciones ideales para  realizar las nivelaciones, debido a su poca pendiente y a su trazado regular. Por ello, en casi todas las estaciones del tren se pueden ver hoy en día las placas colocadas por el entonces llamado Instituto  Geográfico y Estadístico que indica la altura sobre el nivel medio del Mediterráneo en Alicante. La estación de Las Navas del Marqués es la situada a mayor altitud (1221 m) en la red principal de ferrocarriles de España y cuenta con su correspondiente placa.

Placa colocada en la estación de ferrocarril de Las Navas del Marqués.

Hoy en día esa cota NP1 sigue siendo la base en que se sustenta todo nuestro sistema altimétrico, pese a que con un sistema GPS se podrían observar las variaciones del nivel del mar con mayor precisión a como se hizo manualmente en el siglo XIX, pero cambiar esa referencia tendría como consecuencia tener que variar todas las altitudes conocidas de la España peninsular, con el coste y trastorno que implicaría, cuando en realidad la variación de ese valor medio sería de pocos centímetros.


Estoy totalmente convencido que muchos de los que leáis este artículo habréis visitado Alicante en alguna ocasión, pero también estoy seguro que casi ninguno os habréis acercado a visitar la escalera en el puerto en la que se realizaron las mediciones del valor medio del nivel del mar o la escalinata en el ayuntamiento donde quedó fijado el nivel de precisión NP1. Si con esta publicación consigo que en próximo viaje a la capital alicantina, alguno de vosotros visite esos puntos, me daré por satisfecho, porque mi trabajo habrá servido para algo útil.


sábado, 1 de febrero de 2014

GREDOS DE PAGO



En 1904 se convirtió la sierra de Gredos en Coto Real de caza ante el peligro de extinción de la cabra montés, lo que motivó fricciones con los vecinos de los pueblos de la zona. Más de cien años después el enfrentamiento no es con los vecinos, sino con los visitantes de la sierra, a los que con la excusa de una necesaria regulación del acceso al Circo de Gredos, se les pretende cobrar por desplazarse hasta la Plataforma por la carretera AV-931. La medida se puso en marcha a finales del año 2012, cuando la Junta de Castilla estableció el nuevo servicio de regulación de accesos al Parque Regional de la Sierra de Gredos, aunque yo me pregunto que tiene de servicio, si lo único que hacen es cobrar por lo que antes era gratis, sin dar nada a cambio.

Inicio de la ruta al Circo de Gredos desde la Plataforma.

Ese servicio se aplicaba de forma piloto los fines de semana y festivos, siendo las tarifas para turismos en un único día de 3 € por 2 horas o fracción, 5 € para la mañana o la tarde (5 horas) y 7 € por el día completo, mientras que se contemplan abonos de 2 días con un coste de 11 € y de 3 días, por 17 €. Para las autocaravanas el precio oscila entre los 4 € para 2 horas o fracción y los 8 € del día completo, pasando por los 6 € del medio día.

Según se aseguró desde la Junta, una de las grandes novedades y ventajas del sistema es la posibilidad de subir hasta la Plataforma, cuando el parking esté completo, cómodamente en autobús, con un precio por servicio establecido en 2 € (ida y vuelta) y una afluencia que se prevé “constante”. La salida sería desde la Casa del Parque de Hoyos del Espino, en cuyo aparcamiento se contemplaba un importe único de 1 € que dará derecho a la visita guiada a las Casas del Parque de la Sierra de Gredos (Hoyos del Espino y Guisando). Los ganaderos, propietarios y los usos tradicionales no estaban sometidos a este régimen de acceso bajo pago.

La medida tuvo mucha contestación por los visitantes, negándose muchos a pagar, por los organizadores del desaguisado llegaron a amenazar con reclamar la colaboración de la Guardia Civil para asegurar el pago; pero unas semanas después dejaron sin efecto la medida por la disminución de visitas, con lo que se resentían los negocios turísticos de los pueblos de alrededor.

En estos días se vuelve a hablar de intentos de regulación del acceso a la Plataforma, lo que ha llegado incluso al programa de televisión El escarabajo verde emitido a mediados de enero de 2014, en el que como introducción hablan de los problemas en el acceso a Gredos y que el mucho turismo provoca accidentes. Después salen hablando varios alcaldes de los pueblos de alrededor y responsables del parque regional, coincidiendo todos en que es necesaria una regulación. También dejan caer que hasta hace poco los pueblos de zona recibían subvenciones pero que ahora con la crisis esas ayudas han sido suprimidas, a lo que se suma que los cupos de caza de la cabra montés no se venden en su totalidad, con lo que los ingresos han disminuido drásticamente. El temor a que se establezca esa medida recaudatoria es la que me lleva a publicar este artículo de forma preventiva, como los controles de alcoholemia.

Ante todo esto tengo que decir que el artículo 19 de la Constitución dice que Los españoles tienen derecho a elegir libremente su residencia y a circular por el territorio nacional, y el intentar cobrar por transitar por una carretera choca frontalmente contra dicha disposición constitucional. Otra cuestión es el uso del eufemismo servicio regulación de accesos, cuando realmente se limitan a cobrar una tasa sin dar nada a cambio al visitante.
Si quieren recaudar, les recomiendo que cobren por acceder a las llamadas Casas del parque, que se construyeron en épocas de bonanza y en las que se exhiben cuatro fotos y poco más, o que instalen un restaurante en la Plataforma, para que lo utilice el que quiera, pero que dejen tranquilos a los senderistas y motañeros que no les ocasionamos ningún problema.
Por lo que se refiere a los supuestos problemas de seguridad que plantea la afluencia masiva a la montaña, con los consiguientes accidentes, tengo que recordarles que los rescates no los realiza la Junta de Castilla y León, sino que los hacen los miembros del GREIM de la Guardia Civil, que prestan el servicio con una entrega absoluta, jugándose la vida en ocasiones y sin cobrar nada a cambio al montañero accidentado. Ese es el servicio para el que es necesaria la presencia del Benemérito Instituto en el parque y no para colaborar en las labores recaudatorias del acceso a la Plataforma, tal como pretendían allá en el año 2012 los gestores regionales.
Para perpetrar el ataque a los derechos fundamentales de circulación por el territorio español, se celebró una reunión en Ávila en la que los responsables Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León la dirección del Parque Regional de la Sierra de Gredos transmitieron algunos datos con el ánimo de compartir y recabar opiniones, tales como la posibilidad de efectuar la regulación en los días y horarios de máxima afluencia, manejar un precio por vehículo y no por persona, intentar aumentar el número de plazas disponibles y un compromiso de que los ingresos generados reviertan en la zona para cubrir los gastos de regulación y acceso, costes de limpieza y recogida de basuras de la Plataforma, así como ampliación del horario de servicio de la Casa del Parque.
Como recaban opiniones yo doy la mía y es que no se necesita ninguna regulación, ni tan siquiera en los días de máxima afluencia, porque llevamos muchos años visitando la Plataforma y no hay ningún problema, ya que en las escasas ocasiones en que se llena el aparcamiento la gente deja los vehículos de forma que no dificultan el paso de los demás, aunque si quieren aumentar las plazas de aparcamiento, que construyan un parking subterráneo junto a la Plataforma y cobren por entrar en él a quién quisiera usarlo. En cuanto a que los ingresos generados se dediquen a los gastos de regulación y acceso, si no hay tal regulación no hay gastos, los costes de limpieza y recogida de basuras en la Plataforma también se los pueden ahorrar porque si algo nos caracteriza a los montañeros es que solemos guardar la basura que generamos en nuestras mochilas para echarla en el primer contenedor que encontremos en un pueblo o a nuestro regreso a casa; y por lo que se refiere a ampliar el horario de la casa del parque, mejor es que cierren dicho edificio y así el coste se reduce a cero (total, no sirve para casi nada).
Para terminar quiero plasmar una breve reflexión: los montañeros no tenemos la culpa de la crisis y de la disminución de ingresos de la Junta de Castilla y León y de los ayuntamientos que forman el Parque Regional de la Sierra de Gredos, por lo que tampoco tenemos que contribuir a solucionarles sus problemas financieros.
¡Ah!, se me olvidada un último apunte de importancia. No debemos temer demasiado esta decisión recaudatoria si algún día se vuelve a llevar a efecto, porque tiene una fácil solución: no acudir a la Plataforma los días de pago. Con ello conseguiremos que en pocas semanas desactiven la medida por exceso de costes y ausencia de ingresos, como ya ocurrió en 2012 (ahora pienso que si hiciéramos lo mismo con la zona azul de las ciudades en poco tiempo volvería a ser gratis estacionar en ellas). Para ese tiempo de espera, puedo recomendaros algunas cimas señeras en las proximidades, tales como el Torozo, el Zapatero (se llama así, que le vamos a hacer), la Serrota, etc., o atacar la zona del Circo de Gredos desde otros emplazamientos, tales como Guisando, El Raso o Candeleda, lo que alarga un poco la excursión, pero ya puestos unos kilometrillos de más se pueden asumir.





miércoles, 1 de enero de 2014

ENSEÑANZAS DE DON QUIJOTE



En el año 2002 el Instituto Nobel y el Club del Libro Noruego realizaron una encuesta entre 100 escritores de 54 países, que eligieron a El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha como la mejor obra de ficción  de la historia de la humanidad, obteniendo un 50 % más de votos que la segunda obra  más votada.

Cuando encontré esta noticia hace poco más de un mes rebuscando en Internet, me vino a la mente que no tenía ninguna entrada en mi blog dedicada al Caballero de la Triste Figura. Bien es cierto que la obra de don Miguel encabeza el listado de Joyas literarias, pero considero que tal personaje merecía un artículo completo.

Hay muchas veces que la realidad se mezcla con la ficción, hasta el punto de que no podemos distinguir bien una de otra y en otras ocasiones que los personajes literarios reflejan  mucho mejor ciertos aspectos de nuestra existencia que las personas de carne y hueso, que solemos ser más básicas y mundanas.

A mí me gusta pensar que don Quijote realmente paseo su triste figura por la campiña manchega, deshaciendo entuertos, socorriendo viudas, amparando doncellas y favoreciendo a los menesterosos.

Casi todo el mundo, cuando le preguntan qué recuerda de la obra, habla de la aventura de los molinos de viento, que don Quijote confundió con gigantes y entró en fiera y desigual batalla contra ellos. Quién le iba a decir a don Miguel que su obra predecía lo que sucedería más de cuatro siglos después, cuando nos han llenado los montes de molinos que producen electricidad y nos han engañado haciéndonos creer que son rentables, cuando en verdad son gigantes construidos para quedarse con nuestros dineros vía recibo de la luz.

Pero a mi parecer una de las aventuras que mejor define al personaje es aquella en la que liberó a doce galeotes que iban cargados de cadenas, custodiados por cuatro guardias armados. El hidalgo, poniendo en práctica los ideales que le movieron a profesar como caballero andante, escuchó las razones por las que los galeotes habían llegado a tal condición, llegando a la conclusión de que estaban todos allí en contra de su voluntad y que bien pudiera ser que el torcido juicio del juez fuera la causa de su perdición, por lo que pidió al responsable de las personas que los custodiaban que los dejara libres, que le dijo que se dejara de majaderías y no le buscase tres pies al gato, ante lo cual el valeroso caballero lo acometió, favoreciendo con ello una situación en la que los presos se liberaron y los guardias se batieron en retirada.

Pero la principal enseñanza viene después, ya que don Quijote, una vez liberados los galeotes, les puso como única condición que fueran a El Toboso para presentarse ante la sin par Dulcinea, a la deberían decir que les enviaba su caballero, contándole la aventura, pudiendo marchar después donde quisiera la buena ventura. Los galeotes rieron con los disparatados planes de don Quijote y le lanzaron una lluvia de piedras, dejándolo maltrecho, depojándoles a él y a Sancho de todo lo que de valor llevaban, marchándose cada uno por un lado. No se puede esperar una acción noble de quién a perdido la condición de buena persona, como ya le dijo uno de los galeotes:  Pedir eso a nosotros es como pedir peras al olmo.

Casa natal de Miguel de Cervantes, en Alcalá de Henares.
 Resulta muy curioso que el personaje de don Quijote saliera de la pluma de un hombre que había pasado por numerosos oficios en su vida, tales como intérprete, soldado (resultando herido y preso en la batalla de Lepanto), comisario de provisiones y recaudador de impuestos (oficio que lo llevó de nuevo a prisión); aunque seguramente si no hubiera tenido tantos y tan variados oficios nunca hubiera podido escribir la obra cumbre de la literatura universal, porque para poder escribir una obra que aporte valores es menester haber vivido mucho y no todo bueno. Yo creo que precisamente esa vida de aventuras y, sobre todo desventuras, es la que pudo cimentar la obra hasta convertirla en genial. La vida, si la analizamos bien, es absurda y  para vivirla plenamente es necesario meter en ella un poco de imaginación.


Mención aparte merece el personaje de la dama de los pensamientos de don Quijote: Dulcinea del Toboso. ¿Cómo se puede idealizar hasta tal extremo a una mujer? El autor en el primer capítulo nos explica que un caballero andante necesita de una dama a la que presentar sus victorias, o a la que encomendarse ante los eventuales trances que se le presenten. Hay personas que en esas ocasiones acuden al refugio de la religión, pero cuando se ha perdido la confianza en lo divino solo se puede acudir a una parte de lo humano, sublimándola para que pueda llenar ese vacío que deja la ausencia de creencias religiosas. Y qué mejor que el amor hacia una mujer para llenar ese espacio en los sentimientos; aunque el sentimiento amoroso no solo produce placer, sino que muchas veces lleva aparejados sentimientos de inquietud y desasosiego, incluso llegando al desencanto cuando no es correspondido en la medida que esperamos. En apoyo de esta hipótesis vienen los versos que aparecen en el capítulo XXIII de la obra y que ya cité a modo de preámbulo en uno de mis cuentos: Pero, si Amor es dios, es argumento que nada ignora, y es razón muy buena que un dios no sea cruel. Pues ¿quién ordena el terrible dolor que adoro y siento?